De la raíz a la luna es un musical de estilo biodramático, protagonizado por Pepa Luna, artista española que relata su vida, obra y avatares hasta encontrar su vocación y alcanzar el éxito esperado.
Un delicioso preludio de piano y contrabajo introduce la aparición de la actriz, que busca el contacto visual en cada uno de los espectadores y las espectadoras, mientras canta y baila. Resulta, por otra parte, muy acertado el trabajo que Pepa despliega con su mantilla, ya que consigue una gran versatilidad de la que también se sirve con el lenguaje corporal a la hora de representar ella misma a otros personajes.

Fotografía proporcionada por el equipo de prensa de la obra. Ph: Rox.
Así, se va desarrollando la narración de Pepa, intercalando monólogos con canciones que componen un repertorio popular. Los músicos están íntimamente conectados con la protagonista y siguen atentos sus movimientos, para participar en los momentos justos. Mientras tanto, Pepa lleva un prodigioso poder de concentración para seguir la letra cantada y el libreto, sin apartar la mirada del público. La participación musical es sobresaliente, ya que logra acentuar y dar tono cuando el hecho teatral lo requiere.
A través de estos recursos, Pepa Luna nos conduce a un viaje en el tiempo que inicia en su niñez y llega hasta la edad madura. Los ejes temáticos son el amor, la vejez, la tradición, el rol de la mujer en un contexto conservador y machista, en tiempos que abarcan parte de la guerra civil española. Si bien el relato es sencillo y toca temas bastante trabajados en otras puestas escénicas u obras literarias, podría, igual, funcionar perfectamente si acotara la línea de tiempo y profundizara en algún tema relevante. Otra dificultad tiene que ver con las expectativas del público en relación a la danza. Pepa es tan vibrante, que invita al espectador y a la espectadora a marcar el ritmo, a acompañar el baile, pero no termina de desplegar una danza íntegra y completa. El eje de movimiento es sumamente vertical y tal vez se destinan demasiados recursos al relato oral estático y al cantado y a su virtuosismo.
En cuanto a la historia, el personaje tampoco se subleva por completo. Si bien desarrolla un pensamiento crítico y tiende hacia la evolución, sus intereses siempre se ven afectados por el costado ingenuo (en las relaciones de pareja) y siempre se mantienen centrados -en mayor y luego sí, en menor medida- al amor romántico.
Por último, es importante mencionar que aunque De la raíz a la luna indaga en perspectivas de encuadre y posición, (por ejemplo actuando de espaldas) hay una búsqueda que queda insatisfecha en cuanto a que se observa una excesiva verticalidad y cierta rigidez en los movimientos y expresiones de la cantante, en lugar de mayor flexibilidad y desplazamiento del cuerpo en su totalidad.
Si bien esta obra podría seguir adecuándose, vale la pena acercarse a conocer el brillo en la mirada de Pepa, que nos transporta hacia su Luna y nos penetra con su voz, haciéndonos danzar desde nuestras butacas en cada etapa de su vida, hasta, en algunos casos, emocionarnos. Su tono encantador y sus hoyuelos rebosantes de energía nos mantienen junto a ella durante toda la puesta.
De la raíz a la luna presentará su última función este domingo 27 de noviembre, a las 20:30 h en el Teatro Tadrón.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Autoría: Darío Bonheur
Idea: Pepa Luna
Actúan: Pepa Luna
Músicos: Carlos Benet, Gustavo Corado
Vestuario: Raul Marego
Escenografía: Raul Marego
Diseño de luces: Raul Marego
Realización de escenografía: José Andrukowicz
Fotografía: Rox
Diseño gráfico: Julieta Latreccino
Asistencia de dirección: Andy Rinaldi
Producción ejecutiva: Fabi Maneiro
Producción: Pepa Luna
Coreografía: Anabella Ablanedo
Dirección musical: Gustavo Corado
Dirección: Darío Bonheur
Ornella Marando